Dísticos

viernes, 18 de enero de 2008

 


Versiones de Fumío Haruyama

El Sol se ahoga
más allá de los Montes cada Tarde.

Apaga el Labrador
su Sed con el Rocío de la Noche.

Tiembla la Luna de Octubre
sobre los Crisantemos.

¿Puede el Poeta acaso
describir el Misterio de una Hoja?

No es el Hombre más alto
que hasta allí donde llega su Cabeza.

¿Quién espía
detrás de esas Ventanas que decimos Estrellas?

Solo el Hombre
que se tiene a sí mismo no está solo.

Y examinando la Hormiga, dijo Dios:
"En verdad, soy todopoderoso".

Hay una Fuente, dicen,
de la Inmortalidad, más allá de la Muerte.

Solo Amor y Amistad
van más allá del Tiempo.

Puede una Flecha diminuta
llevar lejos Aliento y Esperanza.

Dos Lunas iluminan
el pálido Rosal junto al Estanque.

Soy un Huésped, apenas bienvenido
en la Casa del Tiempo.

Fui, apenas soy.
Y quizás sea.

Vida,
abrázame, que estoy de paso.

Juan Ruíz de Torres (1984-2004)

1 comentarios:

vidiya dijo...

Los dísticos constituyen un bonito desafío para los poetas, al exprimir la síntesis al máximo e intentar, con solo dos versos, dar un concepto cabal de lo que se pretende plasmar en el poema.