CONCORDANCIAS: LAS PERSONAS DEL VERBO

viernes, 13 de noviembre de 2009


Una vez
Y por breve tiempo
Tú y yo
Fuimos de pronto hasta muy adentro
Nosotros

«Nosotros dos» podía yo decir
En las horas que fueron nuestras.

Desde hace tiempo
Si hablo de ti
Sólo puedo emplear
La tercera persona: Ella.



El yo empobrecido se hunde
Entre las concordias de la Nada.
José Emilio Pacheco

La conciencia

miércoles, 4 de noviembre de 2009

No cabe duda: si hay una hora del día en que la conciencia goza todos sus fueros, es la del despertar. Se distingue muy bien de colores después del descanso nocturno y el paréntesis del sueño. Ambiciones y deseos, afectos y rencores se han desvanecido entre una especie de niebla; faltan las excitaciones de la vida exterior; y así como después de un largo viaje parece que la ciudad de donde salimos hace tiempo no existe realmente, al despertar suele figurársenos que las fiebres y cuidados de la víspera se han ido en humo y ya no volverán a acosarnos nunca. Es la cama una especie de celda donde se medita y hace examen de conciencia, tanto mejor cuanto que se está muy a gusto, y ni la luz ni el ruido distraen. Grandes dolores de corazón y propósitos de la enmienda suelen quedarse entre las mantas.

Emilia pardo Bazán

La insolación

La Canción del Jacarandá

martes, 3 de noviembre de 2009


Al este y al oeste
llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
del jacarandá.

La vieja está en la cueva
pero ya saldrá
para ver que bonito nieva
del jacarandá.

Se ríen las ardillas,
ja jajá jajá,
porque el viento le hace cosquillas
al jacarandá.

El cielo en la vereda
dibujando está
con espuma y papel de seda
del jacarandá.

El viento como un brujo
vino por acá.
Con su cola barrió el dibujo
del jacarandá.

Si pasa por la escuela,
los chicos, quizá,
le pondrán una escarapela
del jacarandá.

María Elena Walsh

In memorian

martes, 20 de octubre de 2009


Videos tu.tv

Monsieur COK

sábado, 15 de agosto de 2009

Haoma

jueves, 30 de julio de 2009

Defender la alegría

martes, 19 de mayo de 2009




Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias

y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardiacos

de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar

y también de la alegría.

Mario Benedetti

Dire Straits- Your latest trick

domingo, 17 de mayo de 2009

Palabras para Julia




Tú no puedes volver atrás

porque la vida ya te empuja

como un aullido interminable.


Hija mía, es mejor vivir

con la alegría de los hombres,

que llorar ante el muro ciego.


Te sentirás acorralada,

te sentirás perdida o sola,

tal vez querrás no haber nacido.


Yo sé muy bien que te dirán

que la vida no tiene objeto,

que es un asunto desgraciado.


Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.


Un hombre sólo, una mujer así,

tomados de uno en uno,

son como polvo, no son nada.


Pero yo cuando te hablo a ti,

cuando te escribo estas palabras,

pienso también en otros hombres.


Tu destino está en los demás,

tu futuro es tu propia vida,

tu dignidad es la de todos.


Otros esperan que resistas,

que les ayude tu alegría,

tu canción entre sus canciones.


Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.


Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino, nunca digas

no puedo más y aquí me quedo.


La vida es bella, tú verás

como a pesar de los pesares,

tendrás amor, tendrás amigos.


Por lo demás no hay elección

y este mundo tal como es

será todo tu patrimonio.


Perdóname, no sé decirte

nada más, pero tú comprende

que yo aún estoy en el camino.


Y siempre, siempre, acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti como ahora pienso.

José Agustín Goytisolo

Palabras para Julia, por Paco Ibáñez

jueves, 14 de mayo de 2009