Para Arcángel González

domingo, 27 de enero de 2008

 


1

Bendita sea la canción desnuda

sin el beso de Judas Gamoneda,

maldita santa Rita en almoneda

con medalla de boina tartamuda.


Bendito calcetín sin fe ni muda,

huésped contrito del amor en veda,

galletas con café, lija de seda,

sin Cristo, ni Yahvé, ni Freud, ni Buda.


¿Qué será de mis íes sin tus puntos,

de mi solo de baba sin adjuntos,

de la Kontiki a solas con tu silla?


Ángel querido, ¿quién vacuna ahora

mi sarpullido al margen de la aurora,

mi verso tan viudo y con ladillas?


2

A la hora de don Juan y de don Mendo,

de Bradomín, del carro de Pandora,

del sarro de la nuit que nos devora

nunca te oí decir: vámonos yendo.


Arcángel de la duda en comandita,

posguerra del dos mil, difunto mío,

por los baipases del escalofrío

se desangra mi sangre huerfanita.


Este año que nació sin primavera

murió de viejo tan recién nacido

como el olvido al pie de una escalera.


González en goliardo, qué apellido

bastardo del marido de cualquiera,

qué muerte al por mayor, qué sinsentido.

Joaquín Sabina

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