Te irás poco a poco, en silencio
como se van las horas, como se va el tiempo
y no queda sino el sabor amargo de la despedida
el tenue instante de una mano diciendo adiós
sólo quedará el lamento desesperado
las lágrimas resbalando en mis mejillas
y un dolor, una herida, en mi pobre corazón.
como se van las horas, como se va el tiempo
y no queda sino el sabor amargo de la despedida
el tenue instante de una mano diciendo adiós
sólo quedará el lamento desesperado
las lágrimas resbalando en mis mejillas
y un dolor, una herida, en mi pobre corazón.
Te vas y mientras te contemplo en la distancia
rememoro el dulce instante del encuentro
y los momentos pasados a tu lado
las palabras dichas, los besos robados
y me quedo sin futuro, sin presente, sin pasado
y una pregunta en el aire que ninguno de los dos
por mucho que pase el tiempo, acertará a contestar.
Mario Benedetti
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