lunes, 2 de abril de 2007

 

Fotografía de Chema Madoz

Caer en un rostro, existir

con su respiración y con su boca...

Cuando tú estabas en peligro;

tú gritaste, mas fue

en la garganta de otro ser humano;

se levantó tu cuerpo

y fue en los brazos de otro ser humano.

Entonces comprendías.

Y tu necesidad y tu dolor

no fueron nunca como antes. Tú

ya no ves signos. Ahora, tú desprecias

todas las dudas. Y tu pensamiento

no es espejo que calla; ya es amor

y destino y conducta y existencia.

Antonio Gamoneda


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