Primera parte - Madre vestida
sería mayo cuando caían
las lentas lluvias de amanecer
sobre los montes de alto el fuego
la carta no pudo retroceder
acaso en tren en yeguas lentas
las palabras fueran de papel
la muchacha quiso fuera de trigo
el pan de avena al anochecer
y fue de centeno cuando los claros
le obligaron a sellar los ojos
no ver la muerte
jamás sería la compañera de un brigadier
***
han deshuesado los inciertos
parámetros de la tarde
convengo en que puedo morir
¿puedo?
puedo morir si quiero envejecer
por si alguna vez tuvimos tuvieron
fe y deseos de vencer atizo
los rescoldos de lo que pudo haber sido
de no morir el rojo brigadier
bañados todos en zumo de caserna
camaradas
viuda y doncella no supo
subirse a un paquebote troquelado
muelles de organdí estelas de satén
ni llegar a una isla desierta
de memoria y batallas perdidas
donde floreciera en febrero y vencieran
sindicalistas de la segunda generación
bajo los puentes más lejanos
llegaban barcos holandeses errantes
gabarras furtivas de ríos insuficientes
catamaranes polisémicos
¿0 polinésicos?
de tanto norte el sur tiritaba
porque era año de extasiado presagio
los paquebotes no volvían a casa
y los turcos habían perdido la cabeza.
Manuel Vázquez Montalban
1 comentarios:
Poema inédito que se encontró en el ordenador con el que hizo el último viaje su autor y de cuya existencia se supo en 2004.
Fuente:
Diario El mundo
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