Fotografía de Guillaume Comte
Algunas tardes
Una tristeza insólita
me invade algunas tardes.
La de hoy es una de ellas.
En el sombrío cuarto de estar triste,
permanezco a la espera de que la luna
certifique la defunción del día.
Este es por fin el cuarto menguante
de una luna llena de macilenta luz
que me confirma lo que yo esperaba:
el día que tanto me dolía ya se ha muerto.
Y la noche es el sueño: al fin, la nada.
Ángel González
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