El gran Cebri

lunes, 22 de octubre de 2007

 

En ocasiones la barbarie, la guerra o el egoísmo de algunos congéneres ponen en un difícil trance cualquier comprensión hacia la conducta de la raza humana. No obstante, existen casos asombrosos de altruismo y generosidad que nos invitan a una reconciliación fraternal con nuestra especie.
En todas las culturas ancestrales se propone, como esencia de su raíz, la elección entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas, los demonios o los ángeles. Dichos posicionamientos son una constante en el devenir de la cronología humana. Unos eligen lo que entendemos como lado maligno y, en ese sentido, destruyen, matan, violan, torturan..... Lo hacen en calidad de misántropos, gente sin escrúpulos que incita al odio y a la hecatombe. Sin embargo, en contraposición a éstos terribles seres, se encuentran los que optan por el bien, grandes benefactores, que, gracias a su ímprobo esfuerzo y tesón, consiguen de nosotros una clamorosa sonrisa de agradecimiento por su entrega abnegada en causas de claro impulso para nuestra forma de vida. Investigadores, médicos, escritores, exploradores de tierras ignotas, gobernantes dedicados por entero a su pueblo.....Sí, amigos, estos personajes existieron y existen, los pueden ver hoy en día entre nosotros, acaso son anónimos y, en consecuencia, poco valorados individualmente, pero no duden que algún día, dentro de muchos años, alguien similar a mí les rendirá homenaje escribiendo sobre ellos.
Demos otra oportunidad a nuestra civilización, pues sinceramente pienso que a pesar de los muchos desmanes y tropelías cometidos por nuestra frágil tribu, aún reservamos argumentos y sentimientos suficientes para defender que todavía merecemos la pena.

Juan Antonio Cebrián

1 comentarios:

vidiya dijo...

"Existen grandes benefactores, que, gracias a su ímprobo esfuerzo y tesón, consiguen de nosotros una clamorosa sonrisa de agradecimiento por su entrega abnegada en causas de claro impulso para nuestra forma de vida".
Si, existen, y tu has ido uno de ellos, sin duda alguna.
Que estés, allí donde te encuentras, Encantado y Feliz como una Lombriz.
Amigo y Compañero,
Gracias por todo.